Cómo afrontar la vuelta a la rutina y algunos consejos para disfrutar de ella

La vuelta a la rutina después de un periodo vacacional puede ser algo que a muchas personas les genere malestar.

¿Por qué? Las vacaciones son un periodo en el que rompemos con nuestra rutina diaria, donde casi todos los hábitos diarios cambian o desaparecen. Por ejemplo, no nos levantamos a la misma hora, las comidas cambian, incluso la hora a la que comemos el tipo de comida, el hábito de cocinar…, dejamos de hacer deporte o lo realizamos de distinta manera, socializamos más y con otro tipo de planes… Esto de alguna manera hace que disfrutemos sin limitaciones que en nuestro día a día si tenemos, lo cual nos hace sentir una especie de libertad sin límites. Esto es lo que hace que la vuelta a esos límites y rutinas se haga tan dura.

A continuación te dejo algunos tips para que esto se te haga más fácil:

  1. Planifica la vuelta a la rutina.

Retomar horarios de forma escalonada, que el cambio sea gradual, así como determinadas tareas del día a día como cocinar, ordenar, limpiar… Volver de vacaciones a tu casa con días de margen para poder tener planificado todo ello de manera ordenada y sin prisas.

  • Mantener hábitos de ocio no solo en periodos vacacionales.

A menudo el periodo vacacional está lleno de actividades de ocio y cuando volvemos a nuestra rutina éstas desaparecen. Esto es algo totalmente erróneo. Mantener actividades gratificantes en nuestro día a día es algo primordial. Las actividades gratificantes también han de planificarse, como son el descanso, deporte, artísticas, sociales… del tipo que sean y te apetezcan. Esto te ayudará a mantener la motivación y son necesarias para una buena salud mental.

  • Retomar hábitos saludables.

Como decíamos, durante las vacaciones flexibilizamos en todos nuestros hábitos, algo totalmente normal, ya que nuestra rutina cambia. Volver a estos hábitos saludables, que nos hacen sentir bien, de manera gradual, es algo básico para mantener la motivación. Por ejemplo, de nada servirá una dieta ultra estricta durante el mes de septiembre o una pauta de 7 días de gimnasio a la vuelta de las vacaciones, ya que esto no será algo que se mantenga en el tiempo y solamente nos hará sentir frustración y enfado con nosotros mismos. Volver a hábitos de ejercicio de manera gradual y una alimentación sana pero flexible, de manera gradual, hará que poco a poco volvamos a retomar nuestro hábitos saludables de manera adecuada.

  • Tener nuevos objetivos.

Es frecuente que nuestros objetivos desaparezcan durante las vacaciones, ya que el principal enfoque está en el disfrute y descanso y eso es genial.

Estos dos no han de dejar de ser objetivos el resto del año pero, además, retomar nuestros objetivos, tanto personales como profesionales, puede ayudarnos a centrar más nuestro foco. Concretar objetivos en nuestras distintas áreas vitales y cómo vamos a llevarlos acabo (por ejemplo dividiendo entre largo, corto y medio plazo) es algo que nos puede ayudar a mantener la motivación. 

  • Visualización positiva.

Volver de manera gradual a nuestros hábitos puede permitirnos visualizar positivamente la vuelta al trabajo. Dedicar unos minutos al día para realizar esta visualización y vernos con alegría y positivismo, lo cual nos ayudará a clarificar objetivos concretos en esa vuelta al trabajo. Además podemos recordarnos aspectos positivos que tiene nuestra rutina diaria como por ejemplo ver a nuestros compañeros de trabajo, volver a nuestra oficina, desayunos ricos en el descanso…

Además de todos estos tips, te recomiendo que en tu rutina diaria tengas en cuenta los siguientes puntos para que sea una rutina agradable y consciente, de la que puedas disfrutar.

– Planificar las tareas con tiempo suficiente para cada una de ellas. Es decir, levantarse con tiempo, disfrutar de un buen desayuno, dedicarte tiempo diario a tu higiene, de manera consciente y con mimo, para preparar tu ropa y sentirte a gusto con ella, todo ello sin tener que atender llamadas o mirar mails antes de tu hora de entrada. Poder dedicar tiempo a otras actividades gratificantes para ti antes de entrar a trabajar. No ir con prisas.

– Disfrutar del camino al trabajo. Como decía en el punto anterior, escucha música que te guste, lee un libro que te apetezca, disfruta de un podcast interesante… ¡Lo que sea! Pero dedica algo de tiempo previo a entrar a trabajar, esto te ayudará a crear un clima agradable y a empezar el día con otra motivación que no sea la de llegar corriendo a la oficina.

– Que tu zona de trabajo transmita calma y agradabilidad. Mantén el orden y haz de tu zona de trabajo lo más agradable posible para ti. Bonita, armónica, ordenada… son algunos de los adjetivos que debería tener tu zona de trabajo para que te encontrases en calma en ella.

– Planifica las tareas de forma gradual. Es decir, empezar tu jornada laboral con la tarea más difícil y tediosa hará que te desmotives y fatigues para el resto del día. Intenta, en la medida de lo posible, dejar las tareas más difíciles o largas para cuando estés conectada al 100% con el trabajo, y también es importante no acabar agotadas, por lo que si puedes empezar y acabar el día con tareas menos demandantes eso te ayudara a estabilizar esa energía.

– Haz pausas. Esto es algo súper importante, tanto en el ámbito laboral como fuera. Come algo, haz 5 respiraciones, conecta contigo… De la manera que más te guste o puedas en ese momento, pero intenta volver una y otra vez a ti, para no ir en automático constantemente.

– Respeta el horario laboral, que este no invada tus actividades de ocio o personales. El ámbito laboral es tan importante como el personal, ambos han de respetar los horarios uno del otro. Así como el horario de descanso y desconexión.

– Algo que te puede motivar es tener actividades agradables después del trabajo, como quedar a comer con amigos, esa clase de yoga que tanto te gusta o simplemente ir a una cafetería bonita a merendar…

Si al leer esto crees que debes darle una vuelta a tu rutina diaria, quizás por eso también te cueste más volver a ella. Los momentos agradables, el descanso, los buenos hábitos… todo ello ha de ser algo primordial en nuestro día a día, el cuál no debe ceñirse única y exclusivamente al trabajo. No podemos vivir esperando las vacaciones o el fin de semana. Si te siente identificada con ello te animo a que intentes implementar alguno de estos cambios en tu vuelta a la rutina.

Si crees que necesitar ayuda para ello o no tienes herramientas suficientes siempre puedes pedir ayuda a un profesional.

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[ Si tienes cualquier duda sobre comenzar un proceso de terapia, no dudes en escribirme desde el apartado de “contacto”, resolveré tus preguntas encantada]

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